Los principales desafíos que comprometen sistemáticamente este derecho son la inacción política unida a la falta de rendición de cuentas y de financiación, agravada por la intolerancia, la discriminación y el estigma, comunicó este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En vísperas de celebrarse el Día Mundial de la Salud (7 de abril), los expertos subrayaron que las poblaciones que enfrentan marginación o vulnerabilidad son las que más sufren, como las personas que viven en la pobreza, están desplazadas, son mayores o viven con discapacidades.
Si bien la inacción y la injusticia son las principales causas del fracaso mundial en el tema, las crisis actuales están dando lugar a violaciones especialmente atroces de este derecho, añadieron.
Destacaron que los conflictos están dejando rastros de devastación, angustia física y mental y muerte.
Además, la quema de combustibles fósiles está impulsando simultáneamente la crisis climática y violando el derecho de la humanidad a respirar aire limpio.
La crisis climática, a su vez, está provocando fenómenos meteorológicos extremos que amenazan la salud y el bienestar en todo el planeta y dificultan el acceso a los servicios para satisfacer las necesidades básicas.
“Todos merecen acceso a servicios de salud de calidad, oportunos y apropiados, sin ser sometidos a discriminación ni dificultades financieras”, sentenció la OMS.
Sin embargo, estadísticas muestran que en 2021 unos cuatro mil 500 millones de personas, más de la mitad de la población mundial, no estaban cubiertas por servicios esenciales, lo que las dejaba vulnerables a enfermedades y desastres.
Incluso aquellos que sí acceden a la atención a menudo sufren económicamente por ello, y alrededor de dos mil millones de individuos enfrentan dificultades financieras debido a los costos de la salud, una situación que ha ido empeorando durante dos décadas.
Según el organismo sanitario, para ampliar la cobertura se necesitan entre 200 y 328 mil millones de dólares adicionales al año a nivel global para ampliar la atención primaria de salud en los países de ingresos bajos y medianos, es decir, el 3,3 por ciento del producto interno bruto previsto a nivel nacional.
Se ha demostrado que el progreso es posible cuando hay voluntad política, afirmaron los especialistas.
Desde el año 2000, 42 países —que representan todas las regiones y niveles de ingresos— lograron mejorar tanto la cobertura de los servicios de salud como la protección contra gastos catastróficos en este sector.
«Para hacer realidad el derecho a la salud es necesario que los gobiernos aprueben e implementen leyes, inviertan, aborden la discriminación y rindan cuentas ante sus poblaciones», acotó el director general de la OMS, doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus.
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