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Obras de Dora Alonso sobreviven al paso del tiempo en Cuba

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La Habana, 22 dic (Prensa Latina) Un siglo, una década y un año transcurrieron desde el nacimiento de Dora Alonso (1910-2001), escritora cubana que sobrevive hoy al paso del tiempo a través de su vasta obra literaria.

Autora de Tierra inerme, Once caballos, Sol de Batey, Tierra adentro, Aventuras de Guille y En busca de la gaviota negra, entre otros, la Premio Nacional de Literatura es la creadora cubana de obras para niños y jóvenes más traducida y publicada en el extranjero.

Completan su gran número de novelas, cuentos, poemas, obras de teatro y artículos periodísticos títulos como El valle de la Pájara Pinta, El cochero azul, Palomar, Cocorioco, El caballito enano, El libro de Camilín, Gente de mar, Letras y muchos más.

Dos décadas despúes de su muerte (21 de marzo de 2001), sus obras despiertan emociones y revelan mundos fantásticos dentro de una narrativa clara, fiel reflejo de la identidad de esta nación caribeña, en particular de las costumbres del campesinado, los valores humanos y la naturaleza.

Ganadora del Premio Casa de las Américas en dos ocasiones, sus historias son parte esencial del proceso de alfabetizaciónsus debido a su rol protagónico en los libros de texto de la enseñanza primaria en Cuba.

También dejó una prolífica obra poética entre la cual figuran El grillo caminante, Escrito en el verano, La flauta de chocolate, Los payasos, Palomar, Suma y Viaje al Sol, así como diversas piezas teatrales como Doñita Abeja y Doñita Bella, Espantajo y los pájaros y Pelusín del Monte, entre otros.

Laureada con la Distinción por la Cultura Nacional (1981), escribió alrededor de 15 radionovelas para adultos, las cuales fueron transmitidas en estaciones de Puerto Rico, Panamá, El Salvador, México, Nicaragua, Colombia, Brasil y Venezuela.

Enamorada del Valle de Viñales, Piñar del Río, donde sus cenizas forman parte de la geografía, Alonso, legó no solo palabras, sino recuerdos y la oportunidad de volver a la niñez, revivir la primera función de títeres, escuchar esas radionovelas en compañía de los abuelos o estremecerse con alguno de sus versos.

gas/lbl

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