A finales de noviembre el templo gótico con más de ocho siglos de historia, declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1991, recuperó la aguja de 93 metros de altura diseñada por el arquitecto autodidacta Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc, pero la misma está resguardada por un andamio.
En declaraciones al medio Radio Classique, Jost adelantó que el andamio comenzará a ser desmontado en la primavera, varias semanas antes del arranque de las olimpiadas, previsto el 26 de julio con el también patrimonial río Sena como protagonista.
Para entonces tendremos a muchas personas en París y la aguja será bien visible en su cielo, abundó.
El 15 de abril de 2019 un devastador incendio conmocionó a la Ciudad de la Luz y al mundo, dejando a solo minutos del derrumbe a la catedral de Notre-Dame.
Ya fue anunciada su reapertura para el 8 de diciembre del año próximo, por lo que su gran órgano y los maravillosos frescos y vitrales no podrán ser admirados por los visitantes a la cita estival bajo los cinco aros, aunque al menos la imponente aguja legada por Viollet-le-Duc será una suerte de probadita del esplendor a recuperar.
De acuerdo con Jost, las labores de restauración de Notre-Dame continuarán durante unos Juegos Olímpicos que regresarán a la capital francesa, después de las ediciones de 1900 y 1924.
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