Pese a las críticas de la oposición de derechas ante una supuesta reacción tardía, la titular del ramo, la doctora Mónica García, argumentó que la iniciativa se basa en la conveniencia de restablecer los cubrebocas ante al ascenso de la gripe A, el virus respiratorio sincitial (VRS), causante de las bronquiolitis y Covid-19, que algunos expertos califican de «tripledemia».
Seis regiones se adelantaron al decreto nacional ante sus situaciones particulares, a la sazón Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y Aragón, junto con Asturias y Canarias, que se añadieron después.
«Hablamos de ponerte una mascarilla cuando entras en un centro de salud y de quitártela cuando sales (…) no creo que sea ningún drama, es una medida de primer orden básica y sencilla», comentó García.
El Ministerio de Sanidad busca completar una declaración coordinada, que incluye limitar horarios o prohibir fumar en la calle, recogido en el artículo 65 de la ley de cohesión y calidad del Sistema Nacional de Salud, junto con dar soporte jurídico a las comunidades que optaron por hacerla obligatoria en centros de salud y hospitales.
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