Steve Orsini, director del Consejo de Universidades de Ontario, explicó que el gobierno debe abordar urgentemente la situación financiera de las escuelas, pues al menos 10 de las 23 universidades de la provincia que reciben asistencia pública proyectan déficits por un total de 175 millones de dólares.
La cifra puede aumentar a 273 millones de dólares entre 2024 y 2025, situación dada por recortes y congelaciones de matrículas, gastos inesperados relacionados con la pandemia de COVID-19 y costos salariales adicionales.
Las universidades están demostrando que estamos haciendo nuestra parte para apretarnos el cinturón y estamos comprometidos a encontrar eficiencias, dijo Orsini. Pero nos encontramos en un punto donde no se puede apretar más el cinturón sin recortar los servicios, esa es la preocupación que tenemos ahora, aseguró.
Entre los servicios que pudieran afectarse están el apoyo a la salud mental, el asesoramiento profesional y las actividades extracurriculares.
Los déficits también implican recortes de programas y congelación de contrataciones, lo cual perjudicaría a los estudiantes y socavaría la calidad de la educación universitaria.
La ministra de Colegios y Universidades, Jill Dunlop, dijo que la provincia necesita garantizar que las escuelas funcionen de manera eficiente, antes de aumentar sus presupuestos o permitir que incrementen las tasas de matrícula.
Recomendó un aumento inmediato del 10 por ciento en la financiación de las universidades y un alza del cinco por ciento en las tasas de matrícula para este otoño.
Las subvenciones provinciales para las escuelas cayeron más del 30 por ciento desde 2006-2007, y las universidades de Ontario acogieron 20 mil estudiantes más de los que reciben financiación.
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