En su informe anual, la AIE explica que aunque la capacidad mundial de energías renovables debe multiplicarse a dos y medio hasta 2030, aun queda lejano de la meta del tres por ciento acordada en la conferencia de la Organización de Naciones Unidas sobre el clima COP28 celebrada en Dubái en diciembre.
Sin embargo, en esa cita no se acordó ningún mecanismo para financiar el cambio a energías limpias en los países en desarrollo, alerta el texto.
De acuerdo con la agencia la nueva capacidad añadida en 2023 subió un 50 por ciento frente a 2022, hasta 510 gigavatios (GW). Esto eleva la capacidad instalada a 3,700 GW.
Agrega el documento que con las políticas y condiciones de mercado actuales, se prevé que la capacidad mundial de energías renovables crezca hasta unos 7,300 GW en 2028, pero para alcanzar el objetivo acordado, será necesario llegar al menos a 11 mil GW.
En el último año, el aumento de la inflación y de los tipos de interés también incrementaron los costes de equipamiento y financiación de los proyectos de energías renovables, y las políticas han tardado en adaptarse al nuevo entorno macroeconómico.
Unido a la insuficiente inversión en redes, hecho que también obstaculiza un despliegue más rápido de las renovables, así como la lentitud y burocracia de los procedimientos de concesión de permisos y las barreras administrativa.
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