A propósito de la fecha, miembros de la Coordinadora de Derechos Humanos del país (Codehupy) hicieron un llamado de advertencia ante lo que denominan como un crecimiento de modelos autoritarios en la región y en la nación.
“Vemos con suma preocupación el crecimiento de modelos autoritarios en la región y en Paraguay, que no solo cierran los canales de diálogo y construcción participativa, sino que relativizan los derechos humanos, las políticas sociales y las políticas de memoria, potenciando inclusive los sistemas represivos”, comunicaron los activistas.
Añadieron además cómo el modelo que busca imponer el actual gobierno de llevar adelante políticas públicas, leyes y reformas estructurales sin consenso o contrapesos, es exactamente el camino contrario al fortalecimiento de la democracia.
“El histórico legado de la dictadura de Stroessner y el Partido Colorado sigue prácticamente intacto: tierras mal habidas no recuperadas, torturadores y asesinos impunes, fortunas producto de enriquecimientos ilícitos, suma precariedad en la salud y educación, y un régimen prebendarista y corrupto que pareciera más vigente que nunca”, afirmaron.
Por su parte, el historiador Herib Caballero consideró que pese a los 35 años de la caída del régimen dictatorial, “todavía nos falta mucho más, décadas incluso para tener más años de democracia que dictadura”.
Con relación al contexto actual del país, el experto apuntó que se trata “de una democracia con muchos aspectos pendientes”.
Según estimó, citado por el diario Última Hora, “la democracia no puede ser resumida solamente a ir a elecciones cada cinco años para elegir al primer mandatario o renovar el Congreso, la democracia implica todo un estilo de vida”.
De acuerdo con el informe de la Comisión de Verdad y Justicia, durante los 35 años del stronismo fueron detenidas 19 mil 862 personas, 18 mil 772 fueron torturadas, 236 menores fueron privados de libertad y 17 niños nacieron en prisión.
Otros datos dan cuenta de que 20 mil 814 se convirtieron en exiliados políticos, se reportaron 459 desapariciones forzadas y hubo un total de 128 mil 076 víctimas directas e indirectas durante la dictadura de Alfredo Stroessner, quien fue derrocado por sus hombres de confianza en una asonada dirigida por su consuegro, el general Andrés Rodríguez.
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