Fue en Carolina del Sur donde Biden logró revivir su candidatura en 2020 después de haber quedado en cuarto y quinto lugares en las primarias de Iowa y New Hampshire, y en este momento el triunfo es un termómetro en un escenario general de notas bajas en las encuestas y ciertas fisuras en la base electoral que le dio su respaldo entonces.
El mandatario llegó a la jornada celebrada la víspera con el 69 por ciento de la intención de voto a su favor respecto a sus dos rivales, el congresista de Minnesota, Dean Phillips (cinco por ciento) y la escritora de libros de autoayuda Marianne Williamson (tres por ciento).
Pero después se llevó cómodamente los 55 delegados que aportará el estado a la Convención Nacional Demócrata en el verano y obtuvo una votación de 96,2 por ciento, entretanto Phillips y Williamson no alcanzaban el dos por ciento.
Biden en realidad tiene una victoria casi asegurada en su camino a la nominación y si los predicciones se cumplen su adversario en la papeleta nacional sería el republicano Donald Trump. La misma historia que en 2020.
En un evento de campaña celebrado en Columbia, capital del estado, exclamó: «¡Ustedes son la razón por la que soy presidente!», recordando de esa forma el papel que desempeñaron los votantes de ese territorio en su resultado del otro noviembre.
Datos demográficos de 2020 arrojan que el 27 por ciento de la población de Carolina del Sur es afroamericana y fue ese segmento de la población el que le dio el 92 por ciento de su apoyo a nivel nacional en los comicios anteriores. Trump apenas obtuvo el ocho por ciento.
Sin embargo, su imagen muestra señales de deterioro, especialmente entre hombres jóvenes negros.
Los republicanos expresarán sus preferencias en Carolina del Sur, en las primarias del 24 de febrero. Trump lleva las de ganar, pero las miradas están sobre Nikki Haley, exgobernadora del estado que le sigue dando pelea a su contendiente.
Esa es una pelea cuesta arriba de Haley contra Trump, el favorito del establishment del partido, pese a los 91 cargos penales y los cuatro juicios que enfrenta.
El martes electoral de noviembre decidirá no solo al presidente que conducirá los destinos de la nación a partir del 20 de enero de 2025, sino también renovará parte del Congreso, o sea, los 435 escaños de la Cámara de Representantes y un tercio de los 100 del Senado. Además, habrá cambios en gobernaciones y en otros cargos estatales y locales.
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