viernes 27 de diciembre de 2024
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Ángeles guardianes de la visión en Guatemala (+Fotos)

Ciudad de Guatemala (Prensa Latina) La luz se hace para muchos pacientes del pequeño hospital oftalmológico José Martí, ubicado en el suroriental departamento de Japala, Guatemala, algo que gente humilde agradece luego con el corazón repleto de alegría.

Por Zeus Naya

Corresponsal jefe en Guatemala

Solo 11 miembros de la bien llamada Operación Milagro, parte de la brigada médica de profesionales de la salud de Cuba en esa demarcación y este país centroamericano, regala amor inmenso de lunes a viernes a quien llegue.

Apenas asoma el sol en el horizonte, incluso desde antes, se presentan personas históricamente discriminadas (en su mayoría indígenas) con toda su fe ante los profesionales cubanos de bata blanca.

Hay mucho reconocimiento por la excelencia del servicio, la bondad ofrecida, las manos benditas y los sueños cumplidos que no solo llegan para atenderse residentes de Japala.

El respeto aflora por la dedicación de los cirujanos Arnaldys Piedra (de la provincia Villa Clara), Liliet Pérez (de Granma), así como del equipo completo en el cual cada pieza cuenta.

La Licenciada en Optometría Yamicela Batista (de Las Tunas) tiene el necesario encargo de recibir temprano a los enfermos, ubicarlos en cada consulta y luego dar seguimiento a quienes van a ser intervenidos.

Los enfermeros Juana Marta Roque (de Camagüey), en el área de cirugía; Teresa Marcos (de Artemisa) en el postoperatorio; el circulante Neftali Moreno (de Granma), y la esterilizadora Esperanza Amarante (de Pinar del Río) resultan clave.

Como también lo son la licenciada en Laboratorio Olga Lidia Escudero (de Artemisa) y la internista Dayamí Jiménez (de Las Tunas), igual que los locales que participan en el proceso.

LOS OJOS DE LA VIRGEN

La joven especialista de primer grado en oftalmología Liliet Pérez declaró en exclusiva a Prensa Latina que laboran desde las 07:00 hasta las 15:30, hora local, “muchas veces nos toma un poquito más”, subrayó.

Los días son bien intensos, precisó la natural del municipio del oriente cubano, Niquero, de 29 años de edad, quien detalló que durante lunes y miércoles realiza cirugías de catarata.

Esa enfermedad –explicó- resulta la principal causa de ceguera en el mundo, pero es prevenible y su solución incrementa considerablemente la calidad de vida de los ancianos, la población más vulnerable, remarcó.

Los martes y jueves corresponde a consultas; atendemos a los operados y a los pacientes de nuevo ingreso, vemos bastantes, ayer mismo, precisó, 62 en total, de ellos más de 30 que llegaron por primera vez, resaltó la retinóloga clínica.

Mientras los viernes, acometemos cirugías de pterigion, alrededor de 15, aunque hoy, indicó, tenemos 17, un número bastante alto, y mencionó que se trata de la población menos favorecida.

“Esto es para nosotros un motivo de satisfacción, felicidad, porque esos son los pacientes más agradecidos”, enfatizó Pérez, con tres meses cumplidos en la tierra del quetzal y en su debut como colaboradora internacional de la salud.

Ellos saben que no iban a tener la posibilidad, quizás en otras circunstancias, de ver un oftalmólogo, de llegar hasta un salón de operaciones, y entonces es grande lo que sienten, afirmó quien laboró varios meses en el hospital habanero Pando Ferrer antes de la misión a Guatemala.

Observarlos con el regocijo de recuperar la visión, de haber salido bien, del trato del cubano, porque sí, eso tenemos, que independientemente de poder hacer o no por ellos, siempre damos cariño, reflexionó la joven.

CANAL DE BENDICIONES

La especialista en Medicina General Integral Dayamí Jiménez, en su cuarta misión (Venezuela 2003-2007), (Huehuetenango, Guatemala 2011-2013) y (Ecuador 2015-2017), describió el compañerismo reinante y el aporte como grupo.

Sobre sus funciones específicas, apuntó que lee primeramente las historias clínicas de los pacientes para analizar sus antecedentes de salud.

“Aquí la mayoría de la población desconoce que es diabética, hipertensa, hay en esto una morbilidad oculta, llegan a las consultas con la presión alta”, acotó la Máster en Longevidad Satisfactoria.

Al analizar los signos vitales y comprobar que no se pueden operar en tal estado, entonces le indico el tratamiento, la dieta y un seguimiento por 10 días, añadió Jiménez, del municipio cubano de Jobabo.

Si están controlados en la segunda consulta, se le da el alta médica y se pasa entonces a programar la operación, aseveró.

Entre ellos se comunican, se dicen que los cubanos están operando y de la calidad, profundizó preguntada por Prensa Latina sobre cómo conocen del hospital aquellos con padecimientos oculares.

Se presentan de las provincias del departamento, de todos los lugares del país y del exterior, y sí, lo agradecen, y elogian ese humanismo que tenemos, la amabilidad, algo que nunca vieron, narró Jiménez.

LOS AGRADECIDOS

Christopher Adams dijo a Prensa Latina que los médicos cubanos le devolvieron la visión, la vida, “hoy acabo de nacer, soy una persona muy feliz, gracias a las manos benditas de estos doctores”, destacó.

Realmente quisiera poder dar mucho más, porque realizaron algo que nadie iba a hacer sin interés, agregó Adams, de origen maya.

Su madre, Leticia Velázquez, reveló que llegaron desde la ciudad capital (a poco más de 100 kilómetros) y está contenta con la operación, “sentí que los médicos cubanos son como Ángeles guardianes de la visión”, opinó.

Ojalá que nunca se los lleven de acá, porque solamente ellos tienen esa vocación de servicio, que la conocen y la llevan en las venas, aseveró.

Para mí es enorme la labor que ellos están haciendo acá, porque atienden parejo, no miran caras, rostros, ellos tienen esa cualidad que a todos ayudan.

Hugo Villagrán, del caserío de Las Mesas, de la aldea de San Miguel, municipio jalapaneco de Mataquescuintla, trasmitió bendiciones a los doctores y a Cuba.

Ellos me operaron el ojo y ya estoy bien, pero no hablo solo por mí caso, sino de tantos miles y miles, que Dios les multiplique, acentuó.

Cecilio Calderón reveló que llegaba de San Juan Ermita, departamento de Chiquimula (también a poco más de 100 kilómetros) y significó la gran labor de los médicos cubanos.

“Es una bendición que ellos lo atiendan a uno, con excelencia, buen servicio, con amor, lo cual habla de la delegación de profesionales de la Cuba”.

Agradeció profundamente y coincidió con los que compartieron esta mañana en enviar un abrazo a los médicos cubanos, y especialmente para su presidente que les apoya para dar este servicio a todos los guatemaltecos.

El hospital oftalmológico José Martí de Jalapa, Guatemala, recibe igualmente estudiantes universitarios para entrenamientos y comparte, en cualquier momento, su alto nivel, humanismo, compromiso infinito con la vida.

Ese sitio pequeño, pero grande en la heroicidad cotidiana de sus integrantes, deviene muestra de la entrega de los profesionales de bata blanca de Cuba en la tierra del quetzal.

arc/znc

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