En medio de las amenazas israelíes de extender sus operaciones terrestres a la sureña gobernación de Rafah, la directora general del organismo, Catherine Russell, criticó la eventual ofensiva,
Llamamos a evitar “una escalada militar en la gobernación de Rafah, donde más de 600 mil niños y sus familias fueron desplazados, muchos de ellos más de una vez”, señaló la funcionaria en un comunicado.
Russell lamentó un aumento de los combates en ese territorio al señalar que provocará otro giro devastador en la guerra, que causó la muerte de más de 28 mil palestinos desde el 7 de octubre último.
Subrayó que en Rafah miles más podrían morir por la violencia o por falta de servicios esenciales.
La población necesita que los últimos hospitales, refugios, mercados y sistemas de agua que quedan en Gaza sigan funcionando porque sin ellos, el hambre y las enfermedades se dispararán, advirtió.
Recordó que, según las normas internacionales, en los conflictos es obligatorio preservar la vida de los civiles, satisfacer sus necesidades esenciales y facilitar un acceso humanitario rápido, seguro y sin obstáculos.
Las operaciones militares en zonas residenciales densamente pobladas pueden tener efectos indiscriminados, afirmó en medio de los ataques israelíes contra varias ciudades como Gaza y Khan Yunis.
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