Los planes para desplazar a cientos de miles de personas, refugiadas allí como último recurso ante los ataques indiscriminados, es una seria amenaza a la estabilidad regional, afirmó el funcionario en un comunicado.
Aboul Gheit aseguró que empujar a esos ciudadanos a huir de Gaza hacia Egipto es una violación del derecho internacional y, además, cruza las líneas rojas de la seguridad nacional de ese país árabe.
El mundo debe prestar atención a este peligroso proyecto, impulsado por la extrema derecha israelí que quiere vaciar Gaza de sus habitantes mediante una política de limpieza étnica, subrayó.
Al respecto, denunció que varios ministros del gabinete de Benjamin Netanyahu no ocultan sus intenciones de provocar una deportación masiva y la recolonización de la zona por judíos.
En similar sentido se pronunció el Parlamento Árabe, que criticó la inminente invasión contra Rafah.
Responsabilizamos plenamente a la ocupación israelí de las masacres y el derramamiento de sangre que podrían no cesar en caso de incursión, afirmó la institución en un comunicado.
Ante tal situación, instó a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad de la ONU a intervenir de forma urgente para “evitar la expansión de la agresión y los crímenes de genocidio en Rafah”.
En una entrevista con la televisora estadounidense ABC, Netanyahu ratificó anoche su disposición a asaltar el sur de la Franja, una amenaza que levantó una ola de condenas internacionales, incluidos aliados de Israel.
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