En declaraciones a la prensa, el funcionario explicó que las altas etapas de deslastre de carga (nombre local para los diarios apagones programados) son el precio que se debe pagar por ser meticulosos en el manejo de las capacidades de generación en el país.
Esa estrategia, dijo, eventualmente conducirá a un mejor rendimiento de la red eléctrica nacional.
Es importante que hagamos lo correcto, sostuvo, que seamos capaces de mejorar el estado técnico y el rendimiento de las unidades generadoras, que podamos invertir lo necesario en ellas.
“Ello implica un sufrimiento a corto plazo, pero una ganancia a largo plazo, así que lo aceptamos”, acotó.
Durante el período de noviembre de 2023 tuvimos un grupo de unidades fallando, recordó, y, como resultado, hemos socavado el margen de reserva que normalmente tendríamos como resultado de mayores niveles de mantenimiento.
Por ello, agregó el titular, es que se llegó a la etapa seis de deslastre de carga (recortes diarios de unos seis mil megaWatts), nivel que se tuvo que imponer nuevamente ahora.
Pero lo que sabemos es que una vez que esas unidades regresan del proceso de mantenimiento, estarán “más saludables y permanecerán cargadas la mayor parte del tiempo”, concluyó.
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