Por medio de una declaración, el Ministerio de Asuntos Exteriores aseguró que un ataque sionista contra esta urbe densamente poblada peligraría la vida de cientos de miles de civiles, en particular niños, mujeres y desplazados.
Acusó a Estados Unidos de dar luz verde a Tel Aviv para implementar este diabólico, peligroso e inhumano plan, que constituye una gran amenaza para la seguridad y estabilidad en la región.
La Cancillería reiteró el llamado de Damasco a todos los países del mundo y a la Corte Internacional de Justicia para obligar a Israel a detener el genocidio que está cometiendo contra los palestinos y responsabilizar a los líderes fascistas israelíes de las consecuencias catastróficos resultantes de sus ataques.
La decisión israelí de lanzar un ataque militar contra civiles palestinos constituye una grave violación de las normas del derecho internacional y de los derechos humanos más básicos, afirmó el Ministerio.
Por otro lado, señaló que un nuevo desplazamiento de palestinos es moralmente condenable y requiere que la comunidad internacional actúe para protegerlos y satisfacer sus necesidades humanitarias de manera inmediata y permanente.
Rafah se encuentra en la frontera con Egipto en el sur de Gaza y se estima que 1.4 millones de palestinos se refugian en la misma.
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