Entre las conclusiones presentadas figura el dato de que un 68 por ciento de entrevistados, cuatro puntos más que el año anterior, consideran que “la democracia no funciona bien”, un porcentaje más alto que en Italia y Alemania donde también se llevó a cabo la encuesta.
Entre las razones de este desencanto se apunta el hecho de que solo un 18 por ciento de los franceses creen que los dirigentes políticos tienen en cuenta la opinión de los ciudadanos, mientras que un 37 por ciento lo primero que sienten es “desconfianza” cuando piensan en política, una proporción también más alta que la registrada en Italia y Alemania.
En lo que respecta a la figura del presidente, Emmanuel Macron, un 60 por ciento de encuestados se declararon descontentos con él, y en relación con el resto de cargos electos solo un 30 por ciento consideró “bastante honestos” a los representantes políticos.
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