El sitio noticioso asegura que el encuentro todavía se negocia, pero debe tener lugar el 21 de febrero.
De acuerdo con la fuente, Blinken hará hincapié en el apoyo estadounidense a la presidencia de Brasil en el G20, grupo que reúne a las 19 principales economías del mundo y la Unión Europea, y a partir de este año también ingresa la Unión Africana.
También en la cita se abordará la asociación Brasil-Estados Unidos por los derechos de los trabajadores.
Además, Blinken manifestará su apoyo a la cooperación en la transición a la energía limpia y a las conmemoraciones del bicentenario de las relaciones diplomáticas entre Brasil y Estados Unidos, completados en 2024.
El secretario estadounidense visitará Brasilia y Río de Janeiro, y en la capital carioca, asistirá a la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G20.
Uno de los objetivos es involucrar a los líderes mundiales para «aumentar la paz y la estabilidad, promover la inclusión social, reducir la desigualdad, acabar con el hambre, combatir la crisis climática, promover la transición hacia la energía limpia y el desarrollo sostenible y hacer la gobernanza global más eficaz».
Luego, Blinken se dirigirá a Buenos Aires, donde permanecerá del 20 al 23 de febrero, y tendrá contacto con el presidente argentino, Javier Milei, para discutir cuestiones bilaterales y globales.
Se incluyen en el encuentro temas como el crecimiento económico sostenible, derechos humanos y la gobernanza democrática, minerales críticos y el fortalecimiento de las inversiones y el comercio que benefician a los dos países.
En agosto, Lula conversó por teléfono con su par estadounidense, Joe Biden, sobre dignidad del trabajo y la crisis climática que afecta al mundo.
Círculos oficiales indicaron en la ocasión que hubo concordancia de Biden con preocupaciones manifestadas por el exsindicalista y reconoció responsabilidades de los países desarrollados en el enfrentamiento a los efectos del problema ambiental.
Durante la charla de 30 minutos, el gobernante brasileño resaltó la importancia de avanzar seriamente en el debate sobre los cambios climáticos.
Biden comentó estar de acuerdo ciento por ciento con las inquietudes expresadas por Lula y recordó la contribución de 500 millones de dólares estadounidenses al Fondo Amazónico, así como la importancia de la construcción de una asociación fuerte, en vista del protagonismo brasileño en cuestiones climáticas.
Ambos líderes también trataron la iniciativa conjunta para el avance del trabajo decente en la economía del siglo XXI.
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