En declaraciones divulgadas este viernes en el sitio digital del diario Globalist, el senador Tito Magni, de la Alianza entre los partidos Europa Verde e Izquierda Italiana (AVS), calificó como “una pena” el si parlamentario a esa iniciativa, tras una votación efectuada la víspera.
“El Tratado con Albania, que cuesta a las arcas públicas 100 millones al año durante un quinquenio, viola el principio de no devolución y la aplicación de prácticas de detención ilegítimas”, expresó Magni tras aprobarse ese pacto, firmado el 6 de noviembre de 2023 entre la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y su homólogo albanés, Edi Rama.
“El acuerdo Italia-Albania es histórico sólo porque constituye una violación muy grave de los derechos humanos y sacrifica el sufrimiento de personas reales en el altar de la propaganda política del gobierno Meloni”, apuntó el legislador, quien consideró que el mismo “no resuelve el delicado fenómeno migratorio”.
En el protocolo se prevé la construcción por parte de Roma, en Albania, de instalaciones en el puerto de Shengjin, con un perímetro de aproximadamente 240 metros y una valla exterior de cuatro metros protegida con alambre de púas, al cual se llevarán inmigrantes embarcados en el Mediterráneo a bordo de naves italianas.
También se habilitará otra estructura en la zona albanesa de Gjader, 20 kilómetros tierra adentro, con una superficie edificable de 77 mil 700 metros cuadrados, destinada a determinar las condiciones de protección internacional y de repatriación de los inmigrantes que no tienen derecho a entrar y permanecer en Italia.
Las zonas concedidas al gobierno albanés estarán sujetas a la jurisdicción italiana y Roma correrá con el 100 por ciento de los gastos, con un fondo de garantía. Como anticipo de los reembolsos del primer año, dentro de los tres meses siguientes a la entrada en vigor del acuerdo, deberá pagar 16,5 millones de euros.
Entre los actuales problemas se encuentra la determinación de la cantidad de inmigrantes que serán trasladados a Albania, pues aunque el protocolo indica que las estructuras pueden albergar un máximo de tres mil personas al mismo tiempo, Meloni señaló el propósito que concentra allí a unos 36 mil por año.
El ex europarlamentario Pierfrancesco Majorino, actual jefe de Políticas de Migración en la secretaría nacional del opositor Partido Democrático (PD), comparó esos centros de reclusión con los establecidos por Estados Unidos desde 2002 en su base naval ubicada en el territorio ilegalmente ocupado de Guantánamo, en Cuba.
Se trata de “una especie de Guantánamo italiano, fuera de cualquier estándar internacional, fuera de la Unión Europea (UE)”, expresó Majorino en declaraciones a medios informativos pues, según dijo, esas instalaciones podrían operar “sin que exista la posibilidad de comprobar el estado de detención de las personas recluidas” en ellas. npg/ort