Los participantes en la cita de dos días que tuvo por sede al Centro Franciscano en la ciudad de Boquete (Chiriquí) suscribieron una Declaración Final que ratifica el reconocimiento a ese pueblo caribeño y el respaldo a su lucha contra el criminal bloqueo que impone Estados Unidos hace más de seis décadas.
En el foro, dedicado al más universal de los cubanos, José Martí, y que contó con la asistencia del embajador de Cuba en el istmo, Víctor Cairo, los delegados repudiaron la política intervencionista de los sucesivos gobiernos estadounidenses.
Se refirieron en particular al de Joe Biden, quien mantiene intactas las acciones de mayor hostilidad de esa medida de carácter extraterritorial.
En el documento, los grupos fraternos con La Habana calificaron el bloqueo como un acto de genocidio, que viola normas elementales del Derecho Internacional y se sustenta en un declarado propósito y el andamiaje político, legal y administrativo, según el texto.
El XXIV Encuentro se pronunció además en diversas resoluciones porque Washington saque a Cuba de una espuria lista de países patrocinadores del terrorismo.
Para los solidarios, la sola inclusión del país antillano en esos listados ha desencadenado consecuencias severas para el desarrollo de la economía nacional.
Otro de los documentos aprobados en la plenaria sustenta el reclamo por la devolución del territorio de Guantánamo, ocupado ilegalmente por el gobierno de los Estados Unidos a través de una de las bases militares más antiguas en América Latina y el Caribe contra la voluntad del pueblo y en clara violación de su soberanía.
De otra parte, la Coordinadora adelantó que para 2024 se deben intensificar iniciativas que favorezcan proyectos socioeconómicos para un mayor desarrollo de la isla, al tiempo que robustecen sus estructuras con jóvenes, originarios y egresados en centros cubanos de enseñanza, entre otros desafíos.
En los tiempos actuales otro pronunciamiento fue mantener un acompañamiento activo en la cruzada mediática que enfrenta Cuba desde los nodos comunicacionales y de inteligencia de la Casa Blanca donde se articulan campañas para construir una realidad tergiversada, alentar el descontento y minimizar los esfuerzos hacia el bienestar de la sociedad.
La víspera se inauguró este evento en una ceremonia que tuvo entre sus momentos más emotivos la incorporación al movimiento de la comunidad indígena Ngäbe Bugle.
El intercambio fue propicio además para que cada capítulo provincial presentara un balance de sus actividades en 2023 y las proyecciones para este año.
En las conclusiones, la consejera política de la embajada de Cuba en Panamá, Laritza Garbey, destacó la calidad y alcances de esta cita que permite avanzar en llevar a cada rincón del istmo la verdad sobre su país y la noble obra de la Revolución triunfante en 1959.
Los delegados acordaron además celebrar en febrero de 2025, el XXV Encuentro Nacional de Solidaridad con Cuba en la región de Azuero, provincia Los Santos.
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