Serán dos partidos, respectivamente, sin margen de equivocaciones y en ambos casos, el Atleti y el Barça tienen la tarea casi mandatoria de ganar, porque sus prestaciones en LaLiga de España no han sido las mejores.
Esta noche, el primero en jugarse sus cartas es el equipo que dirige Diego el Cholo Simeone, fuera de casa y nada menos que frente a uno de los conjuntos más en forma de Europa en la actualidad, el Inter de Milán.
Sin dudas, el entrenador argentino pondrá toda la carne en el asador, es decir su alineación de lujo encabezada por el francés Antoine Griezmann, seguramente el esloveno Oblak en portería, el uruguayo Giménez y el belga Witsel liderando la línea zaguera, y los españoles Morata y el inspirado Marcos Llorente de garantes ofensivos.
La realidad muestra que los colchoneros fueron eliminados en la Supercopa de España por el Real Madrid, andan en desventaja 0-1 en cuartos de la Copa del Rey y a 11 puntos de los merengues en LaLiga.
El primer hándicap a superar por los españoles será revertir los malos resultados fuera del Estadio Metropolitano. Sólo ha ganado seis de sus últimos 20 encuentros, con ocho derrotas y seis empates, entre todas las competiciones. En eliminatorias de Champions, venció tres de los 13 recientes en el extranjero.
Enfrente, un Inter de Milán que es cómodo líder del torneo italiano y con un grupo de jugadores en racha, como el argentino Lautaro Martínez, el francés Marco Thuram y el turco Hakan Calhanoglu, además de jugadores experimentados como Dimarco y Barella.
Aparentemente, para este miércoles las cosas deberían marchar en un rumbo más alentador para el Barcelona que dirige Xavi Hernández. Sin embargo, el equipo catalán atraviesa por momentos de incertidumbres, aun cuando el contrincante en Champions será un irregular Nápoles de Italia.
A ocho puntos del Real Madrid en LaLiga, derrotado por sus archirrivales en la final de la Supercopa y eliminados de la Copa del Rey, los azulgranas asumen los octavos de Champions tal vez como el último asidero de la temporada.
Xavi ya anunció su dimisión hacia el 30 de junio, una vez finalice su contrato, y el conjunto responde con intermitencias. Todavía es temerario en el ataque, pero sus falencias defensivas son enormes.
Además de encomendarse al polaco Lewandowski, el alemán Gundogan, el jovencito Yamal y el volante de creación Pedri, los culés dependerán mucho de la falta de puntería de dos delanteros letales de los napolitanos.
Walter Mazarri, el entrenador del Nápoles cada vez más hundido y a 27 puntos del líder, apuesta con todas sus fuerzas al nigeriano Victor Osihmen, desgastado por la Copa África, y al georgiano Khvicha Kvaratskhelia.
Sin la eficacia de estos delanteros, sólo le queda al club italiano encomendarse a su “Dios” de todos los tiempos, Diego Armando Maradona, cuyo nombre lleva el estadio sede del partido.
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