Según el diagnóstico del IIF, “los déficits presupuestarios de los gobiernos siguen muy por encima de los niveles anteriores a la pandemia (de la Covid-19), y una aceleración de los conflictos regionales podría desencadenar un brusco aumento del gasto en defensa”.
Esto ocurre en un escenario en el que la geopolítica se ha convertido rápidamente en un “riesgo estructural del mercado”, consideró el grupo comercial de servicios financieros, en un informe publicado este miércoles en su página web.
En 2023 la “montaña” de la deuda mundial incorporó más de 15 mil millones de dólares, lo que elevó la cifra total a un nuevo récord de 313 mil millones, y alrededor del 55 por ciento del aumento anual se originó “en los mercados maduros, impulsados principalmente por Estados Unidos, Francia y Alemania”, reveló el estudio.
El “Global Debt Monitor” del IIF, con sede en Estados Unidos, estimó que escala mundial la ratio deuda-Producto Interno Bruto disminuyó alrededor de dos puntos porcentuales en 2023, hasta casi el 330 por ciento, pero debido fundamentalmente al desempeño de las economías más potentes, mientras muchos Estados empeoraron su capacidad de pago.
Pese al encarecimiento de los costos de los préstamos, mercados emergentes en 2024 muestran una tendencia creciente a la contracción de nuevos adeudos, observó el IIF al analizar factores como la emisión de bonos soberanos internacionales, que solo en enero ascendió a unos 47 mil millones de dólares.
Además, dadas las persistentes presiones inflacionarias y su posible ascenso, los costos del endeudamiento podrían seguir subiendo, consideró la entidad.
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