El vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, instó a esas dos estructuras integracionistas a apoyar al país altiplánico en su esfuerzo por desclasificar a esa materia prima de la Lista I de Estupefacientes de la Convención Única de 1961.
“Hacemos un llamado e invitación de apoyo a los países presentes en este evento a acompañar en activar el proceso de examen crítico de la actual clasificación de la hoja de coca (…)”, afirmó el vicemandatario en la XXIV Reunión de Alto Nivel del Mecanismo de Coordinación y Cooperación en Materia de Drogas Celac-UE.
Ese foro reunió la víspera en La Paz a autoridades de ambos bloques regionales.
Desde marzo de 2023, el Gobierno del presidente Luis Arce anunció la decisión de activar este proceso a través de un examen crítico por parte de la Organización Mundial de la Salud.
Bolivia figura junto a Colombia y Perú entre los mayores generadores de este producto, y mediante la Ley de la Coca mantiene un límite legal para este cultivo de 22 mil hectáreas para usos lícitos, mientras el excedente es sometido a erradicación y racionalización.
Choquehuanca defendió las bondades del arbusto milenario con el argumento de que es un patrimonio cultural y describió en una amplia exposición sus cualidades medicinales y alimentarias.
Aseguró que los “errores históricos del régimen de control de plantas y sus derivados”, impuesta con la Convención Única de 1961, “son corregibles y revisables” a la luz de actuales evidencias científicas.
Recordó que los pueblos originarios no participaron en las negociaciones de la Convención Única de 1961, donde se incluyó al arbusto y a la hoja de coca en la Lista I de estupefacientes como consecuencia del informe de la Comisión de ese Estudio (Ecosoc) del año 1950.
Denunció, además, que se tiene el “conocimiento del carácter tendencioso y discriminatorio del marco metodológico del estudio Ecosoc y la ausencia de rigor académico y técnico-científico comparado para sentenciar a la hoja de coca natural a exterminio e incluirla en esa lista.
Sobre esa base, sostuvo que es tiempo de “descolonizar” las “actuales regulaciones de las convenciones y hacer justicia con las seis décadas de colonización de la hoja de coca, hacer justicia con las seis décadas de violación de soberanía y exterminio de la hoja de coca”.
Llamó, igualmente, a desmontar las mentiras y la posverdad de que la “hoja de coca es una droga”.
“El mundo necesita saber sobre las cualidades alimenticias y medicinales que tiene la hoja de coca, hay varias investigaciones al respecto”, concluyó el vicepresidente.
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