En un comunicado compartido a Prensa Latina, fustigó la enmienda aprobada ayer en la Comisión de Control Parlamentario de la Eurocámara con el objetivo de presionar al Servicio de Acción Exterior Europeo para que recurra a otras fuentes con el fin de que entreguen fondos de ayuda a civiles palestinos en la devastada Franja de Gaza y en la ocupada Cisjordania.
Se trata de una decisión apoyada por la extrema derecha, la derecha y los liberales, tras una propuesta de la eurodiputada alemana Monika Hohlmeier, a quien tildó de “proisraelí”, que supone complicidad con el genocidio en curso en Gaza, advirtió.
Pineda recordó que en la densamente poblada Franja sus habitantes sufren asedio, hambre, sed y riesgo de epidemias por la agresividad de Israel.
Desde el 7 de octubre, Tel Aviv bombardea indiscriminadamente a Gaza, donde se reportan alrededor de 30 mil víctimas fatales, la mayoría niños, mujeres y ancianos, en represalia por el ataque de Hamas, respuesta desproporcionada que ha sido llevada ante la Corte Internacional de Justicia por el delito de genocidio.
Israel acusó a algunos trabajadores de la Unrwa de tener relación con el ataque de Hamas de octubre pasado, lo que en occidente ha desatado una cruzada contra la agencia de la ONU encargada de atender la salud, la educación, los servicios sociales y la ayuda de emergencia a más de cinco millones de palestinos diseminados por el Oriente Próximo.
De acuerdo con Pineda, resulta inaceptable que el Parlamento Europeo se haga eco de la postura israelí, pese a la ausencia de pruebas y de la intención de afectar la crucial labor de una agencia que supera los 30 mil empleados.
Esta no es la primera iniciativa de la eurodiputada Hohlmeier contra el presupuesto destinado a asistir a los palestinos, ya que en 2020 pidió “detener la financiación de materiales educativos”, alertó.
La víspera, el comisionado general de la Unrwa, Philippe Lazzarini, señaló en una carta dirigida a la Asamblea General de la ONU que la agencia enfrenta “un punto de quiebre”.
Al respecto, mencionó los reiterados llamados de Israel a desmantelar la entidad y a congelar la financiación a la misma.
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