«Hay aproximadamente 300 profesionales de la salud mental; unos 200 psicólogos, una treintena de psiquiatras y más de cincuenta enfermeros y auxiliares en los centros de atención públicos y privados», informó el especialista, Ronald Jean-Jacques.
El hospital psiquiátrico Mars y Kline de Puerto Príncipe, dispone de unas 60 camas, mientras que el nosocomio Beudet, en Croix-des-Bouquets, cuenta con 140, precisó Jean-Jacques.
El diario Le Nouvelliste hizo referencia a una encuesta, la cual arrojó que las personas entrevistadas pidieron apoyo psicológico, argumentando que «la presión era demasiado para ellas, y sentían que se estaban volviendo locas».
La depresión, el sentimiento de fracaso y la incapacidad de planificar el futuro dispararon los pensamientos suicidas en Haití.
Los desplazamientos forzosos debido a la violencia generada por las bandas criminales, las agresiones de todo tipo, la pérdida de hogares y posesiones se suman a la lista de la desilusión social que gesta el deseo de muchos individuos de acabar con su propia vida de una buena vez.
Tales conclusiones fueron evidenciadas con el aumento de llamadas a la línea de ayuda del Centro de Intervención Psicoterapéutico de Crisis de Haití con el apoyo de la compañía de telecomunicaciones Digicel, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, entre otros actores.
Entre noviembre y diciembre de 2023 fueron recibidas mil 812 llamadas, y el grupo de edad de 12 a 17 años representa el 12 por ciento, de 18 a 35 el 52 y el de 35 a 57 el 20 de estas, precisó Le Nouvelliste.
«¡Tenemos que alarmarnos de que en nuestra resistente sociedad haitiana tanta gente llame a un teléfono de ayuda para hablar de suicidio!” declaró Jean-Jacques al rotativo.
Es sin duda es un síntoma de malestar, de un nivel de desesperación bastante elevado, el cual genera esta alta tasa de ideación suicida entre la población, pero las personas que conozcan a alguien con estos pensamientos deben mostrarle afecto y compasión, recomendó el psicólogo.
Un sujeto con la idea de abandonar este mundo no debe sentirse solo ante todas estas dificultades, incluso cuando esté en compañía de otros ciudadanos atacados, fracasados o desesperados, no se puede dejar que experimenten estar a la deriva, sin nada que lo motive a vivir.
“Encontrarán con los demás el consuelo y el apoyo para seguir adelante», sentenció Jean-Jacques.
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