Entrevistado por Prensa Latina, precisó que entre los primeros en acudir a brindar ayuda sanitaria a la zona más dañada por el fuego estuvieron los egresados de esa escuela de Ciencias Médicas ubicada en La Habana, Cuba, que viven en Valparaíso.
Los incendios comenzaron el viernes 3 de febrero y de inmediato se organizó el primer equipo de avanzada, dijo Trujillo, quien el domingo en la mañana arribó a la zona de desastre como parte del segundo grupo.
Preguntado sobre su primera impresión al llegar allí, comentó que ya desde la carretera percibieron cómo cambiaban los colores del cielo por el humo y se acentuaba el olor a quemado.
Una vez en el sitio, declaró, lo primero fue tratar de comprender, compartir y canalizar a través de lo humano y lo científico el dolor que vivía la gente en ese momento.
“Es muy complejo estar con las personas y ver que lo han perdido todo. Cómo encontrar una palabra de consuelo y llegar con un mensaje de ayuda cuando ellos están atravesando una catástrofe”, afirmó.
Es en esas circunstancias, dijo Trujillo a esta agencia, cuando se comprende la excelencia de la formación impartida en la ELAM, donde nos enseñaron a concebir a la persona como un ser biopsicosocial, es decir a tener una mirada mucho más integral.
“Así podemos plantarnos en cualquier lugar donde se requiera de nuestros servicios y desarrollarnos porque tenemos las herramientas de integralidad, de analizar la situación con la mayor cantidad de datos y después hacer un plan de acción a medida que nos desenvolvemos”, aseguró.
Explicó que la etapa más aguda ocurrió en las primeras 96 horas cuando se atendieron urgencias, como quemaduras, heridas, contusiones y problemas oculares.
A Javier Trujillo le correspondió estar en el poblado de El Olivo donde se quemaron la mitad de las casas, ahora el papel fundamental lo llevan los consejos de vecinos y los equipos de la ELAM comenzaron a retirarse de allí.
Quedan casos puntuales que tienen que ver con la salud mental de niños y adolescentes y hay compañeros para ir cerrando ese tipo de atenciones y los demás, precisó, hacemos las evaluaciones necesarias sobre todo lo actuado durante estos días.
Los incendios afectaron a las comunas de Viña del Mar, Villa Alemana, Quilpué y Limache y están considerados como el peor desastre después del terremoto de 2010.
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