Este es un enfoque miope que apunta a una fórmula similar a la propaganda contra Rusia promovida por Estados Unidos durante la Guerra Fría, afirmó durante los debates celebrados este viernes en la sede de la ONU en Nueva York en vísperas del segundo aniversario del conflicto en Ucrania.
Este encuentro “tiene motivaciones políticas”, dijo el representante durante una sesión de la Asamblea General que contó con la asistencia de decenas de cancilleres y diplomáticos de alto nivel, sobre todo de Europa.
El embajador ruso desestimó la denominación de “territorios temporalmente ocupados en Ucrania” por Rusia, al mencionar la existencia de regiones rusas como Crimea, Donetsk y Lugansk y Kherson y Zaporozhye.
Detrás de estos señalamientos, agregó, hay un deseo no sólo de distorsionar los hechos sino también de reescribir la historia en general.
A juicio de Nebenzia, una versión veraz y no distorsionada de la historia es extremadamente incómoda para Occidente.
Esta exige admitir su responsabilidad por provocar y desencadenar la crisis ucraniana, por preparar a esa nación para una guerra con Rusia «bajo la apariencia» de los Acuerdos de Minsk, por alimentar los brotes del nacionalismo y el neonazismo, que ha florecido allí con toda su fuerza desde 2013, agregó.
“Por supuesto, nuestros colegas occidentales no quieren hacer nada de esto; se benefician al difundir una narrativa en blanco y negro en la que Rusia es el agresor y Ucrania la víctima inocente”, agregó.
Junto con debate de la Asamblea General, la sede de la ONU acogió en la tarde un encuentro de alto nivel en el Consejo de Seguridad aunque no se sometió a votación ninguna resolución.
Durante el encuentro, el secretario general de la ONU, António Guterres, consideró el conflicto como una herida abierta en el corazón de Europa al pedir una solución por medios pacíficos.
Sin embargo, el embajador ruso consideró que las propuestas ucranianas para cesar el conflicto no conducían a nada.
«No se debe perder el tiempo con los inútiles planes de Kiev de negociar sobre la base de la llamada ‘fórmula de paz’ de (el presidente ucraniano Volodymyr) Zelensky», alertó Nebenzia.
Se trata, detalló, de un ultimátum y un intento de atraer a tantos países como sea posible a reuniones interminables sobre este proyecto utópico a cualquier precio.
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