Los sismos han cobrado un gran número de vidas en naciones pobladas como China, pero los autores del estudio, aparecido en la revista especializada, intentaron comprender qué países sufren la mayor carga relativa de tales decesos.
Para ello, los investigadores analizaron datos de 35 naciones y regiones que acumulan al menos 10 mil fallecimientos asociados a seísmos desde el año 1500.
De acuerdo con los expertos, la carga de víctimas mortales de una nación depende no sólo de la frecuencia y la fuerza de sus terremotos, sino también de factores como el tamaño de su población, la resistencia a estos eventos de su infraestructura y la capacidad para responder a los desastres.
Estos factores podrían explicar la carga de mortalidad relativamente baja de los países que se encuentran a lo largo de fallas importantes como Nepal, Japón e Indonesia, que ocupan en la lista los puestos 27, 28 y 31, respectivamente.
Las consecuencias de los recientes terremotos respaldan los hallazgos de los autores, pues cuando un terremoto de magnitud 7,5 sacudió Japón en enero último, solo murieron 241 personas.
El movimiento telúrico de 2023 que afectó a Türkiye (puesto 11) y Siria (lugar 19) fue aproximadamente tres veces más fuerte que el de Japón, con una magnitud de 7,8, pero tuvo un número de muertos aproximadamente 200 veces mayor.
Esto se debió principalmente a que el terremoto afectó a un gran número de comunidades con infraestructura inadecuada y a la lentitud de la respuesta de rescate.
El estudio concluyó con una nota alentadora: los investigadores encontraron una disminución constante en la carga de muertes a lo largo del tiempo en todos los países analizados.
Atribuyeron este cambio a las mejoras en la construcción y a una migración constante de las zonas rurales a las urbanas, con edificios más resistentes y mejores respuestas a los desastres.
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