A pocas horas de conocerse la reacción en cadena de líderes europeos para rechazar un supuesto envío de sus tropas a Ucrania, von der Leyen vuelve a encender la polémica con el anuncio del empleo de los fondos rusos, un asunto que hasta ahora Occidente evita referirse en concreto.
“Quisiera que tengamos un pensamiento amplio. Llegó el momento de comenzar las pláticas sobre la utilización de los intereses devenidos de los activos congelados rusos para la compra conjunta de equipos bélicos para Ucrania”, comentó la exministra alemana de Defensa.
El pasado sábado se cumplieron dos años del inicio de la operación bélica anunciada por el presidente Vladimir Putin con el propósito de proteger a la población de la región sublevada del Donbás, así como para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania.
Tras el comienzo de esa contienda, la Unión Europea y el Grupo de los Siete países más industrializados congelaron 300 mil millones de euros, casi la mitad de las reservas de divisas de Rusia, en instituciones bancarias occidentales, recuerda la televisión en esta capital.
Unos 200 mil millones de euros se encuentran en bancos europeos, sobre todo, en el belga Euroclear, cuya compañía señaló en octubre pasado que acumuló cerca de tres mil millones de euros en intereses por las bloqueadas cuentas rusas.
Moscú advirtió que, en caso de utilizarse los mencionados fondos, responderá con medidas simétricas en su país, donde también los inversionistas europeos guardan millones de dólares en instituciones financieras del gigante euroasiático.
Von der Leyen intentó en otro momento impulsar la idea de usar los activos rusos para financiar el rearme de Kiev, cuya contraofensiva del verano de 2023 fracasó, finalmente, pese al suministro por Occidente de gran cantidad de armamentos y el entrenamiento de soldados ucranianos.
El ministerio ruso de Defensa señaló la víspera que, desde el comienzo de las hostilidades en 2022 las fuerzas armadas del país vecino perdieron unos 446 mil uniformados entre muertos y heridos.
Las potencias occidentales emplearon más de 148 mil millones de dólares en armamentos para Kiev, aunque más de la mitad de ese dinero fue a parar a cuentas de compañías estadounidenses del complejo militar industrial, tal y como lo reconoció Washington.
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