Un juzgado del condado de Cook ordenó a la Junta Electoral de Illinois sacar a Trump en virtud de lo que ya se hace familiar en los últimos tiempos: la “cláusula de insurrección” de la 14 Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, aprobada en 1868.
No obstante, la jueza del condado Tracie R. Porter suspendió el fallo inmediato para dar margen a los abogados del favorito a la nominación republicana este año a que apelen.
Según reportes de medios locales, la representación legal de Trump tiene hasta este viernes para interponer su recurso de apelación.
La Sección 3 de la Enmienda 14 estipula que ningún “miembro del Congreso o funcionario de Estados Unidos” que haya jurado la Constitución y “participado en una insurrección o rebelión” podrá ser “electo presidente o vicepresidente”, entre otros cargos públicos.
En diciembre, la Justicia de Colorado emitió un fallo sin precedentes al amparo de esa enmienda por la responsabilidad que pudo tener Trump en la instigación a sus simpatizantes a que asaltaran la sede del Congreso el 6 de enero de 2021 para impedir la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones de noviembre de 2020.
Ese fue el mismo argumento utilizado por Maine, pero las dos decisiones quedaron pausadas luego de la apelación de la sentencia de Colorado ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos, el cual tiene pendiente pronunciarse al respecto después de escuchar el pasado 8 de febrero los argumentos orales del caso.
El Supremo expresó en ese momento su escepticismo respecto a la conclusión de Colorado y la mayoría de los jueces (con una inclinación conservadora) pareció pensar que los estados no tienen un papel determinante para prohibir o no la candidatura de un aspirante presidencial en virtud de la referida enmienda.
Los jueces expresaron su preocupación por el hecho de que los estados llegaran a conclusiones diferentes sobre si un candidato podía postularse y varios indicaron que solo el Congreso podía hacer cumplir la disposición en cuestión.
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, dijo que de mantenerse el veredicto de Colorado, algunos estados expulsarían de la boleta a otros candidatos presidenciales, tanto republicanos como demócratas, y sembrarían el caos en las elecciones.
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