En un video proyectado en la inauguración de la sede capitalina del Comité Panamericano de Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana, el Sumo Pontífice expresó su preocupación por la existencia de “millones de pobres negados y descartados” y señaló que para ejercer el poder no alcanza con la legitimidad de origen, sino que es necesario mantenerla.
«Los derechos sociales no son gratuitos. La riqueza para sostenerlos está disponible, pero requiere de decisiones políticas adecuadas, racionales y equitativas. El Estado, hoy más importante que nunca, está llamado a ejercer ese papel central de redistribución y justicia social», afirmó.
«El mercado y la ganancia son falsas deidades que nos conducen a la deshumanización y a la destrucción del planeta. La historia lo demostró en muchas y muy tristes oportunidades”, añadió.
Asimismo, aseguró que no hay futuro, desarrollo, justicia ni democracia en un mundo donde millones de niños comen diariamente sólo los desechos de aquellos que si consumen.
«¿Qué justificación puede tener el poder si se aleja de la construcción de sociedades justas y dignas? ¿Puedo ser un buen magistrado mirando hacia el costado frente al sufrimiento del otro? Por favor, cada día frente al espejo pregúntense por ustedes mismos y por los otros», dijo.
Además, consideró que «el Poder Judicial es el último recurso disponible en el Estado para remediar las vulneraciones de derechos y preservar el equilibrio institucional y social».
El Papa pidió a los miembros del Comité «firmeza y decisión frente a los modelos deshumanizantes y violentos» y destacó que la paz es una construcción diaria.
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