Su denuncia sobre la impunidad, la negación y el privilegio en el cine francés ante la violencia, el abuso y el acoso sexuales sacudió el pasado viernes el teatro Olympia de París, en la ceremonia de la edición 49 de la entrega de los premios César, en un discurso muy aplaudido, mitad poesía y mitad alegato.
“Por qué permitir que este medio que nos une sea utilizado para el tráfico ilícito de chicas jóvenes”, preguntó la actriz, directora y guionista de 51 años, quien este mes acusó de violencia sexual y física al realizador 26 años mayor Benoît Jacquot, delitos cometidos cuando ella tenía 14 años, y por razones parecidas al director Jacques Doillon.
Si en los César Godrèche reclamó que el séptimo arte dé el ejemplo en nombre del deseo de verdad y de humanidad que representa, este jueves en una audiencia del Senado expuso propuestas concretas frente a un flagelo que no cesa de añadir nombres, unos más ilustres que otros, a la lista de señalados.
La debutante en 1985 en la cinta de Nadine Trintignant El próximo verano, protagonizada por Philippe Noiret y Claudia Cardinale pidió en el Palacio de Luxemburgo a la Delegación para los Derechos de las Mujeres crear una comisión investigadora sobre la violencia sexual y sexista en el mundo del cine.
También demandó medidas para proteger a los menores de edad durante los rodajes, en particular la presencia de una persona “neutra” en los escenarios; y para asistir a las actrices que filman escenas de contenido sexual.
En su comparecencia, exigió la salida del cargo del presidente del Centro Nacional de la Cinematografía (CNC), Dominique Boutonnant, acusado de agresión sexual, en una causa pendiente de juicio.
El espinoso tema lleva tiempo en la palestra en Francia, sobre todo por la leyenda viviente de la actuación Gérard Depardieu, contra quien pesan cinco denuncias por delitos de tipo sexual, incluyendo la violación, la más reciente de ellas interpuesta por la decoradora Amélie por agresión durante el rodaje de Les Volets verts (2021).
Antes acusaron al galardonado artista una otrora asistenta de producción acogida al anonimato, las actrices Charlotte Arnould y Hélène Darras y la periodista y escritora española Ruth Baza.
Pero todo esto que ya se conoce en voz de las alegadas víctimas pudiera ser apenas la punta del iceberg, a juzgar por declaraciones como las emitidas por la propia Godrèche.
Esta familia incestuosa del cine no es más que el reflejo de muchas familias, sentenció en el Senado, un comentario en la misma dirección de otros que reclaman el fin del silencio y de la impunidad.
De acuerdo con la actriz, en un correo electrónico habilitado para abordar la cuestión de los atropellos sexuales, recibió ya cuatro mil 500 testimonios de víctimas.
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