Las autoridades del Administrador del Mercado Mayorista solicitaron al Ministerio de Energía y Minas considerar esta condición por los riesgos observados durante los últimos meses, según reportó el diario República.
La emergencia centra toda la atención del sector en posibilitar el suministro cuando se prevén situaciones complicadas u ocurren desastres naturales.
Mientras tanto, uno de sus puntos lleva a suspender las exportaciones y los mantenimientos de los generadores, máxime con una demanda creciente por la sequía actual, aumento de temperatura y mayor consumo en todos los ámbitos.
En este país los ingenios azucareros en época de zafra (de noviembre a mayo) aportan al sistema mediante la quema del bagazo de la caña, y después sobre las hidroeléctricas recae el mayor peso de la demanda.
Ahora, ante el fuerte impacto del fenómeno El Niño y problemas en el canal de Panamá que afectan el traslado de combustibles, los expertos prevén que durante tres meses debe atenderse esta emergencia y tomar las previsiones necesarias.
Al establecer más dependencia de estos productos carburantes, dejaron la sugerencia de que los generadores cuenten con el suministro suficiente y a tiempo para garantizar que sus centrales eléctricas funcionen cuando sean requeridas.
El Gobierno de Guatemala aprobó antes estado de emergencia en junio de 2023 y octubre del 2022, durante el paso de la tormenta tropical Julia, situación que tardó siete días.
Analistas advierten que en este territorio centroamericano las empresas privadas controlan casi la totalidad de la cadena eléctrica y los costos son los más caros de la región.
lam/znc
