“Nos reunimos hoy en un contexto marcado por los desafíos que entraña la reconfiguración de un nuevo Orden Mundial”, afirmó el dignatario.
Aseguró en este contexto que “el surgimiento y consolidación de bloques comerciales como los de África, Sudamérica y los BRICS, nos abren la posibilidad de acceder a mercados internacionales sin la necesidad de comprometer nuestra soberanía”.
El mandatario escribió el 12 de julio de 2023 a los líderes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), un mensaje en el cual expresó la voluntad de que Bolivia forme parte de ese bloque.
Fundado en 2009, el grupo Brics reúne más del 40 por ciento de la población mundial y 30 puntos porcentuales del producto interno bruto planetario; entre sus logros resalta la creación del Nuevo Banco de Desarrollo, orientado a fomentar transacciones al margen del dólar estadounidense.
En agosto de 2023, Arce participó en la Cumbre de los Brics en Sudáfrica, donde reiteró la aspiración de Bolivia de sumarse al bloque y establecer intercambios comerciales sobre la base de una moneda común.
La víspera, durante su participación en la VIII Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, en San Vicente y las Granadinas, insistió en la importancia de los BRICS como una opción de soberanía para los pueblos del Sur Global.
Este sábado, ante los miembros del FPEG, el mandatario boliviano abogó por un mundo multipolar y multicéntrico.
Llamó a la solidaridad, la complementariedad, el respeto a los derechos humanos más allá de los conceptos del liberalismo y que sean de materialización efectiva.
Asimismo, instó a defender la plena igualdad jurídica y política de los Estados, el respeto a la autodeterminación de los pueblos y el cuidado de la Madre Tierra.
“Tenemos el compromiso con las próximas generaciones de lograr un Desarrollo Sostenible. La mitigación, la adaptación a la crisis climática, y las pérdidas y daños crecientes, deben ser asumidas por todos los países”, dijo.
Advirtió, sin embargo, que los países capitalistas industrializados deben encargarse de la parte que les corresponde de la deuda climática, así como, de la compensación y reparaciones históricas con las naciones del Sur Global.
Creado en 2001, el FPEG está compuesto por doce miembros permanentes (Argelia, Rusia, Venezuela, Bolivia, Trinidad y Tobago, Egipto, Guinea Ecuatorial, Libia, Nigeria, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Qatar), así como y siete observadores (Perú, Iraq, Azerbaiyán, Malasia, Mauritania, Angola y Mozambique).
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