Al ser el 2024 año electoral, los factores adversos, tanto nacionales como internacionales, se afilan los dientes para desde ya tensionar el ambiente, sacar provecho y como dijo ayer el presiente Nicolás Maduro en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños “justificar lo injustificable”.
El jefe de Estado denunció, como lo hicieron también otras autoridades venezolanas en los últimos días, el recrudecimiento de las campañas contra la República Bolivariana que tratan de dañar la imagen del país, las cuales, todo parece indicar, están articuladas desde lo centros de poder.
Maduro señaló que esas acciones son promovidas por Estados Unidos en complicidad con la oposición extremista nacional, que tratan de intensificar los falsos positivos, las fake news y guerra sucia, ante la “imposibilidad de ganar las elecciones”.
Entonces el imperialismo y la ultraderecha están tratando de dañar la imagen de Venezuela para decir que nuestra gente son todos unos delincuentes, dijo sobre la campaña contra los migrantes nacionales, que el primer vicepresidente del Partido Socialista, Diosdado Cabello, denominó del “gentilicio venezolano”.
El vicepresidente sectorial de Comunicación, Cultura y Turismo Freddy Ñáñez citó a la Voz de América, que calificó de vocero de la Casa Blanca, y con post pagados y un enjambre de bots e influencers de derecha, pretenden inocular “una peligrosa matriz de opinión”.
A esto se suma la decisión estadounidense de descuartizar en un aeropuerto de Miami el avión de Emtrasur robado en complicidad con Argentina y mostrarlo a la prensa como un trofeo, en claro mensaje de su determinación.
Esta acción “lo convierte en el acto de piratería más miserable de la historia” en nuestra región, señaló un comunicado de la Cancillería, y Maduro la calificó de vil e indignante.
El imperio gringo “vengativo y perverso”, con toda su maldad, procedió a descuartizar la aeronave que nos habían secuestrado, subrayó, y aseveró que ese es el odio que le tienen a la Venezuela digna y bolivariana.
En otro hecho que no puede desligarse de la actual coyuntura, está la decisión de la Sala de Apelaciones de la Corte Penal Internacional (CPI) sobre el reclamo interpuesto contra la sentencia de la Sala de Cuestiones Preliminares en el asunto denominado «Venezuela I».
El comunicado remarcó que el proceso incoado ante la CPI responde a la intención de instrumentalizar los mecanismos de justicia penal con fines políticos, sobre la base de “una acusación por supuestos crímenes de lesa humanidad”, que nunca ocurrieron.
Venezuela expresó que estas acciones “claramente desnaturalizan su razón de ser y minan su credibilidad” como organismo de justicia internacional.
La vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez cuestionó la decisión de la Corte y subrayó que a todas luces es un caso politizado que “pretende instrumentalizar la justicia internacional” para agredir a la República Bolivariana, a sus autoridades, la Fuerza Armada Nacional y los organismos de seguridad.
Mientras, las autoridades de la Asamblea Nacional (parlamento) entregaron al Poder Electoral el documento de consenso e inclusivo con propuestas para las elecciones presidenciales del 2024, que desde los centros de poder venezolanos se insiste en que tendrán lugar este año “llueva, truene o relampaguee”.
El proceso iniciado a comienzos de febrero sintetizó la voluntad de la mayoría de las fuerzas políticas y de los diversos sectores que hacen vida en el país, de celebrar unos comicios transparentes, con garantías para todos y sin la injerencia de potencias extranjeras.
Las elecciones serán “exactamente el día que el Consejo Nacional Electoral determine”, aseguró el presidente del Parlamento Jorge Rodríguez, quien calificó el proceso de inédito en la historia política del país, de «nutricio y ejemplarizante».
También en un claro mensaje al mundo ante la embestida, al cumplirse 20 años del discurso histórico del comandante Hugo Chávez en el Jardín Botánico de Caracas, Maduro ratificó el carácter antiimperialista de la Revolución y aseguró que el líder bolivariano está vivo, presente, vigente y su legado va con el pueblo.
rgh/jcd