«Se concederá a Salvatore Mancuso la libertad por un periodo de prueba de cuatro años, que se estableció anteriormente en 2023», manifestó la jueza de Ejecución de Sentencias de ese Tribunal, Luz Marina Zamora.
Explicó que la libertad solo tendrá validez «siempre y cuando Mancuso no sea requerido por otra autoridad».
Asimismo, el excabecilla paramilitar no podrá salir del país ni residir en los departamentos donde delinquió, en la Costa Atlántica.
Mancuso solicitó su libertad a prueba luego de ser nombrado gestor de paz por el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
El exjefe paramilitar llegó la semana pasada a este país en calidad de deportado desde Estados Unidos para comparecer ante la justicia.
Mancuso, de 59 años, tras cumplir más de 15 en cárceles estadounidenses, al arribar a territorio nacional expresó que quiere dedicar su vida «a la paz y la reconciliación» de Colombia.
Explicó que desistió de continuar con su solicitud de protección internacional y acogerse a la repatriación porque, en primer lugar, a pesar de los vacíos y riesgos que suponen para él las garantías procesales y seguridad jurídica, confía en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y Justicia y Paz.
«Me pongo a disposición de estas justicias con la plena confianza en que son garantistas de los derechos fundamentales, de mi derecho fundamental a la vida y del Estado social de Derecho. Soy consciente que mi retomo es un desafío para los mecanismos transicionales de juzgamiento y cooperación interjurisdiccional», afirmó.
En segundo lugar, dijo, porque quiere honrar su palabra con el presidente de la República, Gustavo Petro, quien le encomendó la tarea de ser gestor de paz y contribuir con tareas precisas a fin de materializar el concepto de paz total, en el cual manifestó creer fervientemente.
Aseguró que vino a Colombia a continuar con sus compromisos frente a las víctimas, como lo ha hecho ininterrumpidamente a lo largo de estos últimos 18 años.
«Pero al mismo tiempo, vengo a ponerme al servicio de una agenda de paz que permita evitar que Colombia sea una fábrica eterna de víctimas y dolores colectivos», apuntó.
Mancuso es el primer exparamilitar aceptado por la JEP, tribunal que avaló su sometimiento en calidad de incorporado a la Fuerza Pública entre los años 1989 y 2004, a partir de su participación como punto de conexión entre el aparato militar y el paramilitar.
En julio pasado, el presidente Petro lo designó como gestor de Paz para que se conozca la verdad del paramilitarismo, la desmovilización y sus alianzas.
Mancuso continuará detenido hasta que se resuelva la sustitución de medidas de aseguramiento en su contra ante las salas de Justicia y Paz de Barranquilla y Bogotá.
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