El legislativo dedicó toda la víspera al tedioso procedimiento y solo consiguió inhabilitar por diez años para ejercer cargos en el aparato estatal a dos de los siete jueces de la junta que nombra y cesa a jueces y fiscales.

La mayoría congresal logró a duras penas sancionar al vicepresidente de la JNJ, Aldo Vásquez, y a la magistrada Inés Tello, motivo del afán de destituir a todos los integrantes mediante la inhabilitación.

El proceso se inició con el argumento de que la junta había violado la constitución al permitir que Tello continúe en funciones pese a haber cumplido 75 años, edad límite, según un artículo de la constitución.

Sin embargo, otro acápite determina que el mandato de los jueces de la JNJ es de cinco años y el pleno de esta interpretó que Tello debe cumplirlo.

La primera en ser inhabilitada fue Tello, en una votación en la que la mayoría alcanzó a duras penas los votos requeridos, de 67 congresistas, aunque uno de ellos, José Luna, no podía sufragar, según la Constitución, porque integró la Comisión Permanente que recomendó la inhabilitación.

Tello pidió de inmediato al Congreso que anule la votación y el Legislativo alega que un acuerdo de las bancadas plantea que Luna podía votar porque no lo hizo en la comisión citada.

En el caso de Vásquez, los votos por su inhabilitación solo alcanzaron 65, dos menos que los necesarios, pero las bancadas de derecha extrema pidieron repetir la votación y convencieron a dos legisladores a cambiar su voto para completar los 67.

De otro lado, el pleno congresal no aprobó la misma medida en los casos de Imelda Tumialán, Antonio de la Haza, José Ávila, Guillermo Tornberry y María Zavala y antes de la sesión de hoy trascendió que el interés principal parlamentario era cesar a Tello y Vásquez.

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