En el Palacio del Elíseo, el mandatario recibió a los líderes de las fuerzas políticas con grupo parlamentario en la Asamblea Nacional, a quienes reiteró que no hay límites en el respaldo a una Ucrania diezmada militarmente tras dos años de conflicto, 10 días después de que evocara la posibilidad del envío de tropas occidentales a combatir contra Rusia.
Para el presidente de Agrupación Nacional (extrema derecha), Jordan Bardella, la posición del mandatario genera preocupación en el país, aísla a Francia en la escena internacional y “hace el juego” al presidente ruso, Vladimir Putin, al exponer ante el mundo las divisiones en el campo occidental.
El dirigente del partido liderado por Marine Le Pen se mostró en declaraciones a la prensa favorable a la firma de un acuerdo bilateral con Ucrania, pero contrario a su ingreso a la Unión Europea, porque representaría un impacto negativo en la economía francesa, en particular en el ámbito agrícola.
Por su parte, el coordinador de La Francia Insumisa, Manuel Bompard, instó al jefe de Estado a cesar la retórica belicista, la cual –coincidió- aísla a París.
Su intervención de hoy eliminó cualquier ambigüedad estratégica; Macron habla de enviar tropas, pero no es quien se jugará la vida en el frente, opinó.
En las redes sociales, el líder de los insumisos, Jean-Luc Mélenchon, acusó al presidente de seguir una lógica guerrerista, que no tendría otra salida que la destrucción nuclear del continente.
“Francia debe ponerse a la cabeza del campo de la paz y de la negociación inmediata”, subrayó Mélenchon en X, en la que instó a trabajar para el fin del conflicto bajo la vigilancia de la ONU y considerando los intereses tanto de Ucrania como de Rusia.
Desde las filas del Partido Comunista, su secretario nacional, Fabien Roussel, cuestionó que Macron descarte los límites y las líneas rojas en el apoyo a Kiev, al asumir que esa postura pone “la guerra como único horizonte”.
Francia deber liderar de inmediato una coalición para la solución diplomática, demandó.
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