Precisamente sobre esos retos debaten en esta capital más de 300 delegadas en el onceno Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas.
Reunidas en el Palacio de las Convenciones, las participantes analizarán hasta este viernes los resultados de los últimos cinco años de la organización, con resalte de los logros y retos ante los obstáculos que impone el bloqueo de Estados Unidos a Cuba.
En el periodo entre la décima edición del Congreso y la actual acontecieron varios cambios en la nación caribeña y en todos ellos las mujeres cubanas fueron protagonistas.
Cabe destacar en este sentido la aprobación de importantes documentos para las féminas como el Código de las Familias, el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres y la Estrategia Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Género y en el Escenario Familiar.
En opinión de la jueza del tribunal municipal de Santiago de Cuba Solanch Sanz, invitada a la cita, celebrar este evento en circunstancias singulares, marcadas por la situación económica y social que atraviesa el país, es una posibilidad de reafirmación patriótica para las federadas.
También, señaló, es un espacio necesario de revisión de los métodos, de estilo, de las prioridades de trabajo de la organización.
A juicio de Sanz, el ocho de marzo es un día de trascendental importancia para las féminas del mundo y celebrarlo en la isla, «donde hoy gozamos de victorias y conquistas en materia de derechos y garantías, representa el orgullo de ser mujeres cubanas».
Recordó que Cuba arriba a esta fecha en un contexto de reciente adopción del Código de las familias y otras normas jurídicas que suponen nuevos retos en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, donde se reduzca considerablemente las brechas de desigualdad de género que todavía tienen expresión en el país caribeño.
La isla, señaló, todavía tiene como desafío seguir trabajando la cultura jurídica no solo de las cubanas, sino también a los cubanos «para podernos adueñar de todos esos contenidos de igualdad de género, de paz y armonía, crianza en respeto, de maternidad y paternidad responsable, que también contribuye a que no existan manifestaciones de violencia de género en nuestro país».
Tras el triunfo revolucionario de 1959 fue prioridad del país la generación de políticas públicas para avanzar aún más en la inclusión y el despliegue de las potencialidades de las cubanas.
Actualmente, las féminas representan el 55,74 por ciento en la membresía de la Asamblea Nacional del Poder Popular y más del 40 por ciento de quienes investigan, entre titulares y auxiliares.
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