En la clausura del onceno Congreso de la Federación de Mujeres Cubanas, el mandatario señaló que todavía queda camino por recorrer en la eliminación de situaciones que terminan menospreciando a la mujer, colapsando sus derechos, su dignidad y su justo lugar en una sociedad que aspira al mayor grado de justicia social posible.
Recordó que entre la décima edición del Congreso, realizada hace cinco años y la actual, se diseñó y aprobó el Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres (PAM), que a su juicio constituye la mejor expresión de la voluntad política del Estado, que incentiva el avance hacia la igualdad de género en el país.
Indicó que aunque los postulados del PAM en esencia no son nuevos, sí amplían el impacto de la Revolución en este ámbito y lo potencian de forma integral, de manera que el proceso de transformaciones en que está inmerso el país ahora mismo no provoque retrocesos en lo conquistado y donde quiera que pueda darse algo así, corregirlo de inmediato.
Para garantizar la implementación del programa, el jefe de Estado precisó que se despliega un extenso plan de trabajo intenso que compromete a todos los organismos de la Administración Central del Estado, así como a diversas instituciones hasta el nivel de provincias y municipios.
«El objetivo es garantizar que en el diseño de las políticas públicas predomina el enfoque de género y hay un seguimiento sensible a todos los asuntos que involucran el desarrollo de las mujeres en la sociedad», puntualizó.
Destacó que hubo varios avances legislativos que respaldan esas proyecciones políticas como el Código de las Familias, el Código Penal, la Ley de Ejecución Penal, la Ley de Proceso Penal, el Código de Procesos, la Estrategia Integral de Prevención y la Atención a la Violencia General.
En estos instrumentos legales tenemos herramientas muy valiosas para siempre hacer valer los derechos conquistados y conquistar otros pendientes, acotó.
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