En ese período UTE y empresas privadas produjeron el 99,7 por ciento con las llamadas energías verde.
Para la comparación interanual, el 95,8 por ciento de la totalidad de la electricidad generada en el país fue a través de energías renovables.
La energía hidráulica fue la protagonista indiscutida en febrero, representando 50,1 por ciento de la electricidad producida, un total de 561 GWh.
La eólica ocupó el segundo puesto, con 32 por ciento de producción y generación de 358 GWh. Le siguieron la biomasa, solar y la térmica, esta última con apenas 0,3 por ciento de energía no renovable.
Estos datos acompañan la llamada segunda transición energética en Uruguay, con el propósito de descarbonizar la economía mediante la generación de electricidad a partir de energías renovables convencionales y no convencionales.
Además de esfuerzos y medidas para mejorar la eficiencia energética, el gobierno impulsa proyectos de inversión como la planta de producción de hidrógeno verde en el departamento de Paysandú, que dependerán una fuerte inversión extranjera.
También la construcción de dos parques solares fotovoltaicos con participación de UTE, entidad que monopoliza la transmisión de electricidad.
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