Tras las palabras de presentación, hizo su entrada el baterista chileno Rodrigo Íter, invitado especial de este festival, y al culminar su magistral interpretación los premios en cada competencia no hicieron esperar a los asistentes al evento dándose a conocer las categorías de infantil y adulto de guaguancó, yambú, así como la columbia.
Después de premiar el talento, la tradición y raíces cubanos, el escenario lo ocupó la agrupación Los Muñequitos de Matanzas, que llegó desde la ciudad occidental bautizada como La Atenas de Cuba para regalar su música con estas distintas variantes de la rumba.
El conjunto interpretó varias piezas de guaguancó, compartiendo la escena con gran parte de los galardonados en las categorías de rumba.
La siguiente propuesta en la penúltima noche de la Fiesta del Tambor fue un merengue a cargo de la agrupación Tiempos y seguidamente se premió al baile de casino, también en los apartados infantil y de adulto.
Quedando atrás el momento de premiación, llegó el homenaje al maestro Adalberto Álvarez con la presentación de la orquesta que fundó el músico.
Entre casino, criollismo y autenticidad propios de la agrupación creada por el Caballero del Son, los músicos pusieron a bailar a todo el teatro, además de hacer un recorrido por gran parte del repertorio sonero cubano, desde los años 90 hasta los 2000.
Temas de Issac Delgado (El Chévere de la salsa); de José Luis Cortés (El Tosco); de Adalberto Álvarez, estos dos últimos merecedores durante la gala del mayor reconocimiento, el del público.
La orquesta también recordó el legado de la show woman de Cuba Juana Bacallao, fallecida el pasado mes.
Temas emblemáticos de Álvarez, como El baile del toca toca (1995) fueron coreados en el recinto junto con el grupo que este 2024 cumple 40 años de exitosa trayectoria.
La gala concluyó con el clásico son de Adalberto Y qué tú quieres que te den y una invitación a estar el domingo en la clausura en el propio teatro de la capital cubana.
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