Ahora, entre las organizaciones financiadas está el llamado Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (denominado Raza e Igualdad), una asociación residente en Miami que está recibiendo fondos a través de la NED y la Usaid, reseñó la publicación digital Cubadebate.
Con el dinero proporcionado por Washington, Raza e Igualdad promueve viajes de activistas anticubanos a Europa para reunirse con funcionarios y europarlamentarios y obligarlos a escuchar sus quejas, reclamos, intereses y agendas contra el Gobierno de la isla.
Por ejemplo, del 12 al 15 de febrero viajarían a Bruselas, Bélgica, sede de la Unión Europea (UE), los activistas Elena Larrinaga de Luis, Yaxis Cires Dib y Yanelis Núñez Leyva, conocidos en la mafia de Miami por manejar los dineros para acciones contra la Revolución cubana, ilustró la fuente.
Parte de la estrategia fue la publicación el pasado 12 de febrero, desde la cuenta en X del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, de una fotografía donde aparecen cabecillas de Raza e Igualdad junto al exprimer ministro de Lituania y actual europarlamentario Andrius Kubilius.
La intención fue condicionar, y en su caso, boicotear, la firma del acuerdo de diálogo político y cooperación entre la UE y el Gobierno de Cuba, comentó la fuente.
Estos personajes “de poca monta” logran sentarse en las salas de espera de Bruselas porque son ayudados por un funcionario de Raza e Igualdad encargado de “asuntos de la Unión Europea”, quien tiene residencia en la capital belga: Camilo Tovar, cuyo encargo es diseñar y ejecutar la estrategia de incidencia de esta organización ante instituciones de la UE y sus diferentes organismos.
Camilo Tovar, añade la nota, también se encarga de intentar colocar los puntos de vista de Raza e Igualdad en el Parlamento Europeo, con el apoyo de otros personajes que “cobardemente no asoman la cara y operan en las sombras”.
Un botón de muestra reciente sobre estas maniobras ocurrió el 16 de marzo de 2023, cuando Raza e Igualdad financió y operó una “gira de incidencia” en Europa que contó con la actuación de otros activos anticubanos como Alain Espinosa y Frisia Batista, quienes se reunieron con representantes de la Organización de las Naciones Unidas en su sede de Ginebra, Suiza, y de la UE.
Tenían la intención de recabar recomendaciones de cara al examen periódico universal sobre derechos humanos que, año con año, la Revolución cubana presenta satisfactoriamente ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, precisa la denuncia.
Organizaciones como Raza e Igualdad, juzgó la fuente, son “mandaderos encargados de llevar a Europa las agendas frustradas de Miami”, aunque la NED y la Usaid traten de vestirlos con ropas de “activistas de derechos humanos” y maquillándolos como “actores de cambio» en esta nación caribeña.
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