La elección de los comités nacionales de la Organización Deportiva Panamericana (Panam Sports), realizada en Miami, Estados Unidos, era considerada aquí segura y la expectativa reinante hizo que el evento fuera transmitido a Perú en vivo por la televisión.
Esa convicción se basó en el hecho de que la capital peruana cuenta con modernas instalaciones deportivas construidas para los Panamericanos de 2019, las cuales han recibido mantenimiento y otros cuidados a cargo de una organización que las administra.
En encuestas previas sobre la posibilidad de obtener la sede, solo había dudas por el problema de la inseguridad y la turbulencia social y política.
A ese tema se refirió tácitamente el presidente del Comité Olímpico de Paraguay, Camilo Pérez, al fundamentar la postulación de Paraguay como sede de los juegos.
“Nuestro país es seguro, fuerte, moderno y muy democrático donde nuestros gobiernos cumplen sus mandatos, están firmes y, sobre todo, nuestro presidente, Santiago Peña, tiene su mandato constitucional hasta agosto del 2028”, expresó Pérez.
El comentarista Nicolás Lúcar dijo que Pérez se estaba refiriendo al problema de la criminalidad desbordada en Perú como obstáculo para obtener la sede.
El analista calificó como inelegante la alusión, que se extendió a los problemas políticos peruanos y hasta a las conjeturas sobre la posibilidad de que, como los dos últimos presidentes electos, la mandataria Dina Boluarte no termine su mandato, que culmina en 2026.
La jefa de Estado envió al evento un mensaje grabado en video en el cual aseveró que su Gobierno garantiza el éxito y la seguridad de los Juegos, entre otros argumentos, en la hospitalidad y la calidez de los peruanos.
A la elección asistió el primer ministro Gustavo Adrianzén, quien destacó el compromiso gubernamental de apoyar la organización de los juegos.
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