En un informe conjunto, la Oficina Central de Estadísticas y el Ministerio de Cultura afirmaron que el ataque de ese país provocó la destrucción de 32 centros e instituciones del sector y 12 museos.
También se perdieron 27 murales y fueron bombardeados ocho editoriales e imprentas, tres empresas y estudios de medios de producción artística, nueve bibliotecas públicas y cuatro santuarios y avenidas religiosas.
A ello se suma la destrucción de 219 mezquitas y daños a otras 287, además de tres iglesias, 195 edificios históricos, nueve sitios arqueológicos y 19 universidades o colegios, detalló el texto.
Recientemente, el Ministerio de Cultura palestino acusó a Israel de desatar una campaña de exterminio dirigida contra el sector y el patrimonio histórico en los territorios ocupados.
En un informe sobre las violaciones cometidas por ese país contra la cultura palestina en 2023, la institución denunció que el objetivo es “borrar la memoria nacional y promover la distorsión de los hechos”.
También criticó la destrucción de edificios históricos, museos, plazas públicas, monumentos conmemorativos, obras de arte y murales artísticos, además del robo de antigüedades y de hallazgos arqueológicos.
El Ministerio de Turismo y Antigüedades palestino denunció en diciembre que los bombardeos contra los sitios arqueológicos, culturales e históricos de ese enclave buscan destruir el patrimonio nacional.
La entidad condenó el ataque contra la Mezquita de Omari, uno de los sitios arqueológicos y religiosos más importantes de ese territorio.
Recordó que allí se levantó una iglesia bizantina en el siglo V y luego en el siglo XIII el actual templo.
Como otros ejemplos, citó también los daños al antiguo puerto de Gaza, la Iglesia de Porfirio, la Mezquita de Jabalia y numerosos edificios históricos y museos.
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