El alto representante calificó de devastadora la noticia en particular para los trabajadores humanitarios en el enclave, que ya han soportado tantas pérdidas, y para las familias a las que trataban de ayudar.
En un mensaje publicado en X, Griffiths rechazó las amenazas constantes contra los equipos y suministros en la Franja y pidió el fin del conflicto.
El hecho ocurrió mientras las víctimas esperaban la llegada de camiones de ayuda en la rotonda de Kuwait, en la ciudad de Gaza, un día después de que un empleado de la Agencia para los Refugiados Palestinos (Unrwa) y otros 22 resultaran heridos en un bombardero sobre un centro de distribución de alimentos en Rafah.
En un comunicado poco después de este último hecho, el comisionado general de la Unrwa, Philippe Lazzarini, aseguró que el almacén era uno de los «poquísimos» puntos de distribución que le quedaban a la agencia. «Los suministros de alimentos se están agotando, el hambre es generalizada y, en algunas zonas, se está convirtiendo en hambruna», agregó Lazzarini al recordar que las coordenadas de la instalación se habían compartido con todas las partes en la guerra.
La Oficina de Derechos Humanos documentó desde mediados de enero hasta finales de febrero 14 incidentes en los que se disparó y bombardeó a personas que se reunían desesperadamente para recibir ayuda en dos entradas de la ciudad de Gaza.
La más mortal terminó con la vida de 112 personas y 760 resultaron heridas en un suceso que las fuerzas de defensa de Israel negaron su culpabilidad.
Desde el 1 de marzo se han registrado al menos cinco incidentes más.
Por su parte, el Ministerio de Sanidad de Gaza estimó que 69 palestinos murieron y 110 fueron heridos entre la tarde del 13 de y la mañana del 14 de marzo.
La cifra total de víctimas dentro de la Franja ya asciende a 31 mil 341 fallecidos y más de 73 mil 134 heridos desde el 7 de octubre.
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