Con 115 votos a favor, ninguno en contra y 44 abstenciones, el texto pide una acción concertada para luchar contra la violencia actual contra los musulmanes y solicita al secretario general de la ONU que nombre un enviado especial para combatirla.
La propuesta presentada por Pakistán ante el foro generó debates por las reservas expresadas por algunos miembros.
Varios países advirtieron un «enfoque limitado» de la resolución a una religión y el costo de crear un puesto de alto nivel en las Naciones Unidas.
Antes de la votación, el titular de la ONU, António Guterres, llamó a «enfrentar y erradicar la intolerancia en todas sus formas».
«Los líderes deben condenar el discurso incendiario y salvaguardar la libertad religiosa. Juntos, comprometámonos a promover el respeto y la comprensión mutuos, fomentar la cohesión social y construir sociedades pacíficas, justas e inclusivas para todos”, pidió a la Asamblea.
El debate convocado este viernes coincidió con el Día Internacional de la Lucha contra la Islamofobia, establecido por la propia Asamblea desde 2021 a solicitud de los 60 integrantes de la Organización de Cooperación Islámica.
Este día internacional llama a reconocer que el terrorismo y el extremismo violento no pueden ni deben asociarse a ninguna religión, nacionalidad, civilización o grupo étnico.
Por el contrario, la jornada insta a un diálogo mundial para la promoción de una cultura de tolerancia y paz, basada en el respeto de los derechos humanos y de la diversidad de religiones y creencias.
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