Un escueto comunicado del Ministerio Público informó que la pesquisa fue encomendada al área de Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales.
Precisa que las pesquisas se inician “por la presunta comisión del delito de enriquecimiento ilícito y omisión de consignar declaración en documentos” por la posesión del reloj marca Rolex.
La medida echó por tierra el argumento de la mandataria, que se negó a dar a la prensa mayores explicaciones sobre la joya , argumentando que es un asunto personal.
El anuncio fue hecho horas después de que el primer ministro, Gustavo Adrianzén, se negó a dar más explicaciones que las dadas por la Boluarte, consideradas insatisfactorias por los periodistas.
En una conferencia de prensa, el presidente del Consejo de Ministros, su cargo oficial, fue preguntado sobre lo que hubiera conversado con la mandataria sobre el reloj de oro que la mandataria lució en público y que no habría incluido en su declaración de bienes.
Adrianzén advirtió que no volverá a responder sobre el tema y dijo escuetamente que la mandataria “ha sido en opinión de quien habla suficientemente explícita y ha respondido a cabalidad al respecto; se trata de un tema personal que a mí no me corresponde abordar”.
La presidenta sostuvo previamente que todo lo que posee es fruto de su trabajo y que su Rolex es antiguo, aunque según la prensa local no figura en sus declaraciones de bienes.
El último reportero en preguntar insistió en inquirir sobre el tema y Adrianzén simplemente no le respondió y pasó a absolver la segunda pregunta del periodista, sobre otro asunto, y se retiró aparentemente molesto y en medio de murmullos de descontento de las mujeres y hombres de prensa.
Entretanto, las estaciones de radio y televisión barajan la posibilidad, no planteada, de que el asunto se agrave hasta llegar a extremos, de confirmarse que no incluyó la posesión del reloj al menos en su declaración de impuestos y habría faltado a la verdad al sostener que la joya es antigua.
oda/mrs