Dichas instalaciones están ubicada en el área metropolitana de Puerto Príncipe, todas quedaron parcialmente destruidas y sin poder ofrecer sus servicios.
Los bandidos se llevaron documentos importantes, instalaciones eléctricas, cables, inversores, baterías, así como equipos informáticos y de oficina.
La dirección general del sector energético hizo un llamado a las autoridades competentes para asegurar sus múltiples sedes en todo el país, informó el diario digital Haití Libre.
El caos siguió imperando el fin de semana en la nación caribeña, donde fue reportado un saqueo a uno de los contenedores del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En un balance preliminar, de los 17 contenedores uno fue vaciado, el mismo contenía artículos para garantizar la supervivencia materna, neonatal e infantil, incluidos resucitadores y equipos relacionados.
También había en su interior productos para la primera infancia, el suministro de agua, y otros equipos, además de, productos esenciales para el desarrollo y la educación de la población.
La Unicef calificó este hecho como una violación a los derechos de los niños, pues los priva de materiales sanitarios que salvan vidas en medio de un sistema de salud colapsado.
En tanto, la Policía Nacional de Haití (PNH) batallaba por recuperar por segunda vez la zona portuaria de Puerto Príncipe, que estuvo en manos de las pandillas días atrás.
La misma fue liberada y a finales de semana, lo saqueadores volvieron al lugar.
Hasta ahora, la PNH sigue sin ofrecer detalles sobre el asalto y saqueo al consulado de Guatemala en el país caribeño.
Los bandidos no pudieron destruir todo lo relacionado con la papelería y documentación de los últimos cinco años, pues ya se había trasladado con anterioridad todo ese material a la embajada concurrente que radica en República Dominicana.
Durante el ataque ningún miembro de la dependencia diplomática de ese país ubicado en Centroamérica sufrió daños, ni existe un balance de los objetos sustraídos del recinto.
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