Durante los últimos 13 años, Washington, Londres, París y Berlín han mantenido una política hostil y emplearon todo tipo de herramientas bélicas contra Siria, denunció el Ministerio de Asuntos Exteriores por medio de un comunicado.
Consideró que la declaración emitida el 15 de marzo por los gobiernos de estos cuatro países repite las mismas acusaciones falsas que han estado promoviendo mediante su maquinaria propagandística con el objetivo de distorsionar la imagen del Estado sirio.
Ellos pretenden también desviar la atención del mundo de sus graves violaciones de los derechos del pueblo sirio, en particular el derecho a la vida y el fomento, aseguró el texto.
Calificó de decadencia moral e hipocrecía la alegación de que estos gobiernos buscan poner fin al sufrimiento de los sirios, ya que siguen imponiendo medidas coercitivas ilegales con efectos desastrosos sobre el pueblo sirio.
Por otro lado, el Ministerio denunció el apoyo de Washington a la milicia separatista Fuerzas Democráticas de Siria y rechazó el saqueo perpetrado por las fuerzas de Estados Unidos a las riquezas nacionales de los sirios, en particular el petróleo y el trigo.
El lenguaje chantajista utilizado por los autores de la declaración al imposición condiciones previas al proceso de financiación de la reconstrucción y el levantamiento de las sanciones no es más que un lenguaje colonial obsoleto que pretende prolongar la crisis en Siria, concluyó Cancillería su comunicado.
Los gobiernos de Estados Unidos, Alemania, Francia y el Reino Unido habían descarados en un comunicado cualquier posibilidad de normalización de las relaciones con el gobierno sirio y rechjazaron partici`par en la recosntrucción o levantar las sanciones, y acusaron al gobierno de no hacer avances auténticos y significativos para una solución política que ponga fin a 13 años de guerra.
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