Anteriormente, fuentes del diario Financial Times aseguraron que la Comisión Europea (CE) introducirá en los próximos días aranceles de 95 euros por tonelada a las importaciones de grano procedente de Rusia y Belarús.
«En Rusia nadie perderá mucho con la prohibición prevista, pero para algunos procesadores europeos la proscripción de importar productos agrícolas rusos puede resultar muy desagradable. En primer lugar, estamos hablando de los mercados de Italia y España», explicó Zernín.
«En términos de exportación de cultivos, la UE es más nuestro competidor que nuestro mercado objetivo», añadió el funcionario, señalando que los suministros «eran de naturaleza situacional y se medían, en el mejor de los casos, en cientos de miles de toneladas para los cultivos masivos».
«Había incluso menos para los cultivos nicho. No existen esos cuatro millones de toneladas de grano. Tales volúmenes pueden simplemente redirigirse a mercados más prometedores en Oriente Medio y África», enfatizó.
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