Se recomienda a los filipinos que viven en Haití que permanezcan atentos, eviten los lugares públicos y restrinjan los movimientos no esenciales, dijo la DFA en un comunicado.
Según el nivel de alerta, la Cancillería instó a los filipinos a salir voluntariamente de la nación caribeña, mientras que el envío de nuevos nacionales hacia Haití está efectivamente prohibido.
En la actualidad, hay al menos 169 filipinos registrados en el país antillano, la mayoría de los cuales residen en Puerto Príncipe, capital del país.
La situación sigue siendo inestable en Haití tras la dimisión del primer ministro Ariel Henry, informó Naciones Unidas.
La ONU detalló que el aeropuerto, las escuelas y los centros de salud permanecen cerrados en el área metropolitana de Puerto Príncipe, que también está plagada de violencia desenfrenada de pandillas.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, se registran unos 362 mil desplazados en Haití, incluidas 15 mil nuevas personas sin hogar en Puerto Príncipe.
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