La Autoridad Palestina del Agua alertó en un comunicado sobre la grave crisis debido a la falta del líquido en el territorio, bajo fuego israelí desde hace 167 días.

En condiciones normales antes de la guerra, el consumo promedio per cápita allí se estimaba en unos 84,6 litros por persona diarios, en la actualidad varía de tres a 15, subrayó.

“El agua total disponible actualmente es aproximadamente del 10 al 20 por ciento del total disponible antes de la agresión, y esa cantidad no es fija y está sujeta a la disponibilidad de combustible”, destacó.

La Autoridad aclaró que antes del conflicto solo cuatro por ciento de los gazatíes tenía acceso al líquido libre de contaminación.

Recientemente la prensa nacional advirtió sobre el empeoramiento de las condiciones de salud en el norte del enclave costero debido al desbordamiento de aguas residuales y la contaminación del líquido usado para beber.

En las callejuelas del campamento de refugiados de Jabalia, las aguas residuales se filtran a las casas de los ciudadanos y a los centros de refugio, señaló el portal noticioso Al Quds

A principios de este año, la Autoridad Palestina de Calidad Ambiental reveló que el 66 por ciento de la población de la Franja sufre la propagación de enfermedades transmitidas por el agua contaminada, entre ellas el cólera y la diarrea crónica.

En una entrevista con la agencia noticiosa Anadolu, el alcalde de Jabalia, Mazen Al-Najjar, denunció que el Ejército israelí destruyó más del 70 por ciento de los pozos.

El agua que extraen los residentes utilizando métodos primitivos está contaminada, confirmó.

A principios de este mes, la Oficina Central de Estadísticas y la Autoridad de Calidad Ambiental advirtieron que el 75 por ciento de los palestinos en el norte de Gaza bebe agua contaminada.

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